El proceso del cupo catalán avanza en su fase preparatoria, a pesar de que aún no ha recibido aprobación oficial. Esto ha generado preocupación entre los inspectores de Hacienda, que han denunciado la falta de información y claridad sobre la inminente activación de una nueva financiación singular para Cataluña. Este cupo, cuya implementación está en estudio, podría implicar el «traspaso de competencias de inspección, gestión y recaudación a la actual Agencia Tributaria de Cataluña (ATC)». Sin embargo, este proceso se está llevando a cabo sin que la plantilla de inspectores en Cataluña haya sido informada al respecto.
Incertidumbre entre los inspectores de Hacienda
La Asociación de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE) ha expresado su inquietud en una carta enviada a los profesionales destinados en Cataluña. En este documento, se alerta sobre el posible inicio de «trabajos preparatorios» que facilitan el acuerdo para el traspaso de la recaudación tributaria a la Generalitat de Cataluña. A pesar de la magnitud de los cambios, aténgase a que los inspectores aún no han sido informados ni sobre el estado de las negociaciones ni sobre su impacto en el futuro de sus empleos. Esta falta de comunicación ha suscitado un clima de incertidumbre que podría dañar significativamente la estructura organizativa de la Agencia.
Un futuro incierto para los empleados
Los inspectores han señalado que, de acuerdo con filtraciones en la prensa y el contenido del propio acuerdo, los trabajadores de las delegaciones catalanas podrían enterarse de su cambio de estatus laboral como un hecho consumado. Es decir, dejarían de ser empleados del Estado para ser asignados a la administración autonómica sin previa consulta. Esto podría ocurrir sin que se considere la opinión de los afectados, generando desconcierto y temor. La IHE ha instado a los profesionales a manifestar sus opiniones de manera proactiva antes de que el proceso avance, destacando la importancia de contar con información y oportunidades de participación en decisiones que afecten sus futuros.
Una visión crítica del traspaso de competencias
Desde la perspectiva de la Asociación de Inspectores, estos cambios pueden convertir a los trabajadores de la Agencia Tributaria en «moneda de cambio» en medio de negociaciones políticas. Este enfoque, critican, deshumaniza a los empleados y puede deteriorar la imagen del servicio público, que se percibe como un referente mundial en términos de eficacia y credibilidad. En un contexto donde la confianza ciudadana es crucial, se cuestiona si los cambios que se proponen son realmente en beneficio de los ciudadanos, quienes dependen de un sistema tributario sólido y funcional.
Por ello, la asociación ha mostrado su apoyo a los trabajadores, afirmando que «no están solos». Se comprometen a brindarles asistencia legal y a garantizar que cualquier decisión se tome conforme a las normativas vigentes, enfatizando que «no habrá cambios sin leyes que lo sustenten».
Reacciones institucionales y la realidad en Cataluña
A pesar de las alarmas sonadas por los inspectores, fuentes ministeriales han mostrado su extrañeza ante la carta de la IHE, negando rotundamente cualquier acción encaminada a implementar el cupo catalán o a transferir competencias del Estado hacia una Hacienda regional. «No hay absolutamente nada de eso», afirmaron, asegurando que las información discrepante no refleja la realidad de las políticas del Gobierno.
Sin embargo, la consellera de Economía de la Generalitat catalana, Alicia Romero, ha confirmado en recientes declaraciones que se está formando un grupo de trabajo con Hacienda para definir «la forma jurídica y los incentivos para que esos trabajadores se integren a la Agencia Tributaria de Cataluña». Esta situación contrasta con la negación ministerial y genera más incertidumbre sobre el futuro inmediato de los profesionales afectados.
Próximos pasos y acciones colectivas
Ante esta situación, la Asociación de Inspectores ha decidido organizar una visita a Barcelona en los próximos días con el objetivo de hablar directamente con el delegado especial y reunirse con los inspectores en la región. Este encuentro será una oportunidad para tomar la iniciativa en la defensa de lo público y de las expectativas de empleo de los funcionarios, solicitando mayor claridad respecto a su futuro laboral y la independencia de la Agencia Tributaria ante cambios políticos.
En resumen, el escenario es complejo y se necesita una mayor transparencia y comunicación entre las autoridades y los inspectores. La falta de información no solo afecta a quienes trabajan en la recaudación tributaria, sino que también impacta directamente en la percepción que la ciudadanía tiene del sistema fiscal y sus instituciones. La comunidad de trabajadores espera que se respeten sus derechos y se tomen en cuenta sus opiniones en un proceso que podría redefinir su labor en la gestión pública.