Los despidos pueden ser uno de los momentos más tensos en la vida laboral de un trabajador. La incertidumbre y el nerviosismo suelen acompañar a estos eventos, y no es raro que la situación se convierta en un acto complicado de afrontar. Sin embargo, en medio de este clima de ansiedad, es crucial mantener la calma y prestar atención a lo que nos comunican las empresas y los documentos que nos piden firmar. Ignorar estos elementos puede conllevar serias consecuencias económicas.
Entender el contexto del despido
En este contexto, el abogado laboralista Ignacio de la Calzada, conocido en redes sociales como ‘Un tío legal’, ha compartido recientemente un vídeo donde expone diferentes trucos y estrategias que utilizan algunas empresas para evitar el pago de indemnizaciones por despido o, al menos, reducir su monto. Conocer estos métodos puede ser de gran ayuda para cualquier trabajador que se enfrente a esta delicada situación.
Los trucos más comunes para evadir la indemnización
Uno de los métodos más utilizados es el despido disciplinario por bajo rendimiento. Según de la Calzada, este es “el más común cuando la empresa quiere despedirte y no tiene razones válidas”. Sin embargo, es fundamental entender que despedir a un trabajador por este motivo es casi imposible sin haber emitido advertencias previas y sin contar con criterios de rendimiento previamente establecidos y medibles. Por lo tanto, cualquier reclamación en este sentido suele resultar en un despido improcedente.
Otro truco que puede utilizarse es el cambio de empresa que pertenece al mismo dueño. En estas ocasiones, se le pide al trabajador que firme una renuncia, algo que puede ser perjudicial para su antigüedad. Aunque ambas compañías pertenezcan al mismo titular, generalmente poseen un CIF distinto. Sin un acuerdo explícito, el trabajador puede perder derechos de antigüedad en el nuevo puesto. Además, en algunos casos, al firmar una baja voluntaria, se arriesga a no poder demostrar que fue un paso previo para comenzar en un nuevo empleo.
Fraude y estrategias engañosas
Otro método muy utilizado es hacer que el trabajador firme una dimisión en blanco. Esto es un claro caso de fraude de ley, ya que la empresa podría utilizar ese documento en el momento en que a ella le convenga, dejando al trabajador en una situación muy vulnerable. Comúnmente, también se le ofrece a los empleados que están de baja laboral la posibilidad de firmar un documento con la promesa de ser reinstalados en la empresa a su recuperación. Esto, de nuevo, puede ser muy peligroso.
En este sentido, la ‘estrategia del dilema’ representa otro recurso que las empresas pueden manipular. Se ofrece al trabajador dos opciones aparentemente ventajosas para que acepte dimitir: por un lado, un cambio complicado de aceptar, como modificar su centro de trabajo o sus horarios; y, por el otro, la promesa de ayudarle con el paro. Sin embargo, es importante tener claro que este tipo de negociación no se permite según la ley.
Revisar las condiciones laborales y derechos
Las organizaciones tienen la posibilidad de acordar modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo siempre que existan razones económicas, técnicas, organizativas o de producción, tal como establece el artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores. Si bien este artículo reconoce el derecho de los trabajadores a rescindir su contrato y recibir una indemnización de 20 días de salario por año trabajado (hasta un máximo de 9 meses), muchos no son plenamente conscientes de sus derechos en este ámbito.
Por lo tanto, no debe considerarse un favor que se ofrezca una renuncia condicionada a que el trabajo o el paro se ‘arreglen’. De hecho, la ley permite que el trabajador opté por una baja voluntaria manteniendo el derecho a recibir la indemnización correspondiente y el acceso a la prestación por desempleo.
La triquiñuela final y conclusión
Por último, uno de los trucos más mencionados es la práctica de despedir y hacer firmar un acuerdo en el momento del despido. En este caso, se presenta un acuerdo transaccional, un documento que es legal a menos que exista un vicio de consentimiento, coacción o engaño, lo que no siempre es fácil de probar. En muchas ocasiones, este acuerdo oferta un plus económico que resulta ser inferior a la indemnización que el trabajador podría reclamar. Por ello, es aconsejable que cualquier trabajador en esta situación consulte a un especialista antes de aceptar cualquier acuerdo.
En resumen, es crucial estar bien informado y asesorado en lo relacionado con las normas laborales y sus derechos, especialmente en situaciones tan complejas como un despido. La preparación y la atención a cada detalle pueden hacer la diferencia en el desenlace de estas delicadas situaciones laborales.