La historia de la peseta en España es fascinante. El 19 de octubre de 1868 se aprobó el decreto que la establecía como la unidad básica del sistema monetario del país, y aunque fue sustituida por el euro en 2002, muchos coleccionistas aún sienten nostalgia por esta moneda que ha dejado una huella significativa en la numismática. Hay pesetas que son consideradas verdaderas piezas únicas, y entre ellas, destaca una que es actualmente la más cotizada de las acuñaciones del Estado español.
Solo hay 150 unidades de esta peseta
La peseta más codiciada entre los coleccionistas es la de 1946 con la cara de Franco. Esta pieza tiene una historia singular que comienza en 1944, cuando se decidió buscar nuevos materiales para la acuñación de monedas, con el objetivo de mejorar la durabilidad de los metales. Como resultado, se adoptó una aleación empleada anteriormente en los dinares yugoslavos.
En ese momento, las monedas acuñadas no llevaban el rostro del dictador, sino que presentaban simbología como el yugo, las flechas, el águila del escudo y el jinete ibérico. Sin embargo, en 1946, se encargó al escultor Mariano Benlliure que realizara un diseño que incluyera la imagen de Franco en las pesetas. Se llegó a emitir una tirada de alrededor de 1.000 piezas con fecha de 1946, pero en las estrellas figuraba el año 1948.
Desafortunadamente para el escultor, al dictador no le agradó el diseño final, por lo que se solicitó a Benlliure que lo modificara. Las monedas que tienen la imagen original se volvieron extremadamente raras, ya que finalmente, el diseño utilizado en las pesetas de 1947 y 1953 se diferenció del primero. Hoy en día, se estima que de las 1.000 unidades originales, solo quedan unas 150.
¿Cuánto cuesta esta peseta?
La rareza de esta peseta hace que su valor en el mercado sea notablemente alto. Según un artículo publicado en Dialnet, «el 27 de marzo de 2004, un vecino de Alcoy puso a la venta una de estas piezas por 2.700 euros». Es interesante notar que el precio de estas pesetas puede variar considerablemente según su estado de conservación, alcanzando a veces «valores elevados» en subastas y ventas privadas.
Por ejemplo, en noviembre de 2005, otra peseta de Franco se vendió en Torrente por 2.500 euros. Asimismo, en octubre de 2008, una unidad que se encontraba en Palma de Mallorca alcanzó un precio de 3.000 euros. Recientemente, el último ejemplar subastado en ebay.fr tenía un precio estimado de 7.500 euros. Además, en Numismática Saetabis, el valor de esta peseta se sitúa en torno a los 3.000 euros.
El legado de la peseta en la numismática
La peseta, a pesar de haber sido reemplazada, continúa despertando el interés de coleccionistas y amantes de la historia. Su evolución, características y rarezas ofrecen un contexto fascinante que combina elementos de la política, la economía y la cultura española. Las monedas no solo representan un valor monetario, sino que también son portadoras de historias que reflejan momentos clave del pasado.
Los coleccionistas suelen buscar monedas que cuenten con un trasfondo histórico, y la peseta de 1946 con el rostro de Franco, por su escasa cantidad existente y su peculiar historia, se convierte en un puente entre la numismática y la historia contemporánea de España. Estos factores, junto con su belleza estética y su simbolismo, hacen de este tipo de peseta una pieza verdaderamente excepcional.
Para aquellos que se estén adentrando en el mundo de la numismática, la peseta es un excelente punto de partida. No solo es un objeto de coleccionismo, sino que además permite comprender la evolución económica del país y su relación con épocas pasadas, conectando a los coleccionistas con un legado lleno de matices y significados. Sin lugar a dudas, la peseta, y en particular la de 1946, seguirá siendo un tema de interés para generaciones futuras.