La Dirección General de Tráfico (DGT) ha creado un sistema de pegatinas que clasifica los coches en función de sus emisiones y del tipo de motorización que utilizan. Esta innovación, que comenzó a implementarse hace ocho años, se traduce en etiquetas con formatos redondeados que se colocan en el parabrisas de los vehículos, además de las tradicionales de la ITV. Cada tipo de vehículo recibe una etiqueta específica: B, C, Eco y Cero, utilizando colores diferenciadores que facilitan su reconocimiento por parte de las autoridades.
¿Cuánto cuesta la etiqueta medioambiental de la DGT?
El distintivo medioambiental de la DGT tiene un precio de 5€ independientemente de la categoría del coche, lo que lo hace accesible para la gran mayoría de los propietarios. Si prefieres solicitar la etiqueta por internet, ten en cuenta que el coste se eleva a 10€, ya que incluye los gastos de envío y gestión. Inicialmente, la DGT llevó a cabo un envío gratuito de miles de pegatinas a ciertos propietarios, pero actualmente todos deben pagar por su etiqueta.
¿Cómo conseguir las etiquetas medioambientales?
Las etiquetas medioambientales están disponibles en varias ubicaciones como las oficinas de Correos, la Confederación Española de Talleres, gestores administrativos, el Instituto de Estudios de Automoción, y en la patronal del sector Ganvam. Para hacer aún más accesible su distribución, la DGT ha firmado un acuerdo con Logista —anteriormente conocida como Tabacalera— para que estas etiquetas también puedan encontrarse en los estancos.
¿En qué ciudades hay Zonas de Bajas Emisiones?
Las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) ya están operativas en varias ciudades. Por ejemplo, Madrid, Barcelona, Córdoba, Pontevedra, A Coruña, Sevilla, Badalona y Valencia son algunas de las ciudades que exigen tener la etiqueta medioambiental para circular. Se prevé que para finales de 2024, todas las ciudades con más de 50.000 habitantes estén incluidas en este programa, lo que implicará restricciones para los vehículos que no cumplan con los requisitos.
Es importante destacar que la DGT no ha asignado etiquetas a vehículos de gasolina matriculados antes del año 2000 ni a diésel matriculados antes de 2006. Estos vehículos no podrán circular en las ZBE a menos que obtengan un permiso especial. Además, las etiquetas B y C enfrentan restricciones que podrían entrar en vigor más pronto que tarde, ya que la Generalitat ha aprobado un calendario que marcará fechas clave para estas prohibiciones.
La DGT ha dejado claro que las etiquetas medioambientales no son obligatorias a nivel estatal. Esto significa que un agente de tráfico no podrá multar a un conductor por no tener esta etiqueta en el vehiculo. Sin embargo, los ayuntamientos tienen la facultad de sancionar a quienes no se ajusten a las normativas locales establecidas en las ZBE, añadiendo otro nivel de complejidad a las normativas de tráfico y medioambientales.
La importancia de las etiquetas medioambientales
Las etiquetas medioambientales no solo identifican el tipo de vehículo, sino que también juegan un papel crítico en la lucha contra la contaminación. Al facilitar la regulación del tráfico en zonas más afectadas por emisiones, se busca aumentar la calidad del aire en las ciudades y, en última instancia, contribuir a la salud pública. Las etiquetas permiten a las autoridades hacer un seguimiento más efectivo de los vehículos que circulan por estas zonas y tomar decisiones informadas acerca de cómo mejorar la movilidad urbana.
Ahora que conoces los detalles sobre las etiquetas medioambientales, es recomendable que revises el estado de tu coche y te asegures de que cumple con las normativas actuales. ¿Te has planteado alguna vez cómo las decisiones que tomamos al conducir pueden afectar el entorno que nos rodea? La responsabilidad de mantener nuestras ciudades limpias y habitables, en gran medida, recae sobre nuestros hombros. Así que, la próxima vez que salgas a la carretera, piensa en el impacto de tu vehículo y en cómo tú también puedes ser parte de la solución.