La Agencia Tributaria ha lanzado una advertencia importante dirigida a todos los españoles que sean propietarios de un inmueble. Este mensaje se centra en las obligaciones tributarias que surgen al llevar a cabo la venta de una propiedad. Según Hacienda, después de cerrar una venta, los vendedores están sujetos a tres impuestos que deben tener en cuenta.
Impuestos a los que se enfrentan los vendedores
En primer lugar, está el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), que se distribuye proporcionalmente entre el comprador y el vendedor, de acuerdo al tiempo que cada parte ha sido propietaria de la vivienda. A continuación, se debe abonar la plusvalía municipal, cuyo pago debe realizarse en un plazo de 30 días hábiles desde la venta del inmueble.
Además de estos dos gravámenes, los vendedores también tienen que hacer frente al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), en el cual se deberán informar las posibles ganancias patrimoniales a través de la próxima Declaración de la Renta.
Exenciones en el pago del IRPF
Sin embargo, en ciertas situaciones, los contribuyentes pueden beneficiarse de la venta de su vivienda y quedan exentos del pago del IRPF. Este es el caso de las personas mayores de 65 años y aquellas en situación de dependencia, quienes no tienen la obligación de declarar la ganancia patrimonial. Además, aquellos que reinviertan el dinero obtenido de la venta de su vivienda en la adquisición de otra propiedad dentro de un plazo de dos años también se beneficiarán de esta exención.
Para que la reinversión sea válida, tanto la vivienda que se ha vendido como la nueva deben ser residencias habituales. También es necesario que el vendedor haya residido en el inmueble vendido durante un mínimo de tres años. Si no se generan ganancias patrimoniales a partir de la venta, tampoco será necesario declararlas en el IRPF.
Requisitos para la reinversión
En relación a la reinversión, para que sea considerada válida, se deben cumplir ciertos criterios. Así, el vendedor tiene un plazo de dos años desde la fecha de venta de la vivienda antigua para adquirir o construir su nueva residencia habitual. Esta flexibilidad permite que los contribuyentes planificen más eficientemente su transición a una nueva hogar.
Además, es fundamental que la reinversión sea total, ya que solo se podrán beneficiar de la exención aquellos que reinviertan la totalidad de la ganancia. Si la cantidad reinvertida es inferior al total obtenido en la venta, solo la parte proporcional de la ganancia patrimonial correspondiente a la cantidad reinvertida estará exenta de impuestos.
Opciones adicionales de exención
Otras vías para eludir el pago del IRPF incluyen la dación en pago y la reinversión en vivienda habitual. En el caso de la dación en pago, el contribuyente debe demostrar una situación de insolvencia y la falta de otros bienes en su Declaración de la Renta. Para la reinversión, se debe indicar la intención de optar por esta opción y asegurar que la vivienda transmitida y/o rehabilitada cumplan con los criterios establecidos de vivienda habitual.
Aclaraciones de Hacienda sobre la reinversión
La Agencia Tributaria también ha fijado algunas aclaraciones sobre la reinversión en su página web. Si el importe de la reinversión es menor que la cantidad total obtenida de la venta, solo será excluida del gravamen la parte proporcional de la ganancia patrimonial que se relacione con la cantidad efectivamente reinvertida, conforme a las pautas de la AEAT.
En la casilla 1626 de la Declaración de la Renta se deberá incluir la referencia catastral si existen actividades económicas asociadas a los domicilios que se han transmitido y que sean accesorias a la vivienda habitual.
El propósito de la exención por reinversión
El objetivo de la exención por reinversión en vivienda habitual en España es facilitar la movilidad residencial y mejorar el acceso a la vivienda. Esto permite a los contribuyentes evitar el pago de impuestos sobre las ganancias patrimoniales obtenidas de la venta de su residencia principal, siempre que el dinero obtenido sea reinvertido en la compra de una nueva propiedad que se convierta en su hogar habitual.
Finalmente, es importante recordar que el tiempo que tiene un contribuyente para realizar la reinversión en una nueva vivienda es esencial para poder beneficiarse de la exención fiscal. Este período de dos años abarca desde la venta de la antigua vivienda hasta la compra de la nueva, lo que brinda un margen adecuado para la transición entre residencias.
Para que la exención por reinversión sea válida al momento de declarar el IRPF, es necesario incluir tanto la información sobre la venta de la vivienda anterior como la relacionada con la nueva propiedad que será utilizada como residencia habitual.