Las empleadas del hogar desempeñan un papel crucial en nuestra sociedad, no solo realizando tareas domésticas, sino también cuidando de personas que, en ocasiones, dependen completamente de ellas. Este contexto plantea una serie de escenarios que pueden generar dudas entre estas trabajadoras, especialmente en situaciones de fallecimiento del empleador al que han estado atendiendo. La pregunta principal es: ¿les corresponde algún derecho si pierden su empleo por esta causa?
Derechos si la persona a la que cuidábamos y ha fallecido no es nuestro empleador
En el caso en que la persona fallecida no fuera el empleador, sino un familiar de este, las empleadas del hogar tienen diferentes opciones. Si el contrato estaba formalizado con los familiares de la persona que ha fallecido, la familia puede optar por continuar con la relación laboral. Para hacerlo, será necesario firmar un nuevo contrato que establezca todas las condiciones laborales y las funciones que desempeñará la trabajadora.
Sin embargo, la familia también puede decidir romper la relación laboral. Si esto ocurre, pueden ejecutar un despido por causas objetivas, conforme al Real Decreto-ley 16/2022. Este decreto señala que una modificación sustancial de las necesidades del hogar puede justificar la finalización del contrato. En este escenario, las empleadas del hogar tienen derecho a recibir una indemnización que asciende a 12 días de salario por cada año trabajado, con un límite de hasta 6 mensualidades.
En ambos casos se puede acceder al paro
Es importante destacar que, en cualquiera de los dos casos mencionados, ya sea que la persona fallecida fuera el empleador o no, si la relación laboral se extingue, las trabajadoras del hogar tienen derecho a solicitar la prestación por desempleo, comúnmente conocida como «el paro». El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) clasifica la finalización de la relación laboral por fallecimiento, jubilación o incapacidad del empleador como una situación legal de desempleo. Así, las trabajadoras pueden acceder a la correspondiente ayuda, aunque deben cumplir con los requisitos establecidos para poder cobrar esta prestación.
Implicaciones al fallecer el empleador
Cuando la persona fallecida resulta ser el empleador, la situación es diferente. En este caso, si termina la relación laboral, las empleadas del hogar tienen derecho a una indemnización de un mes de salario, independientemente de su antigüedad. Esto está estipulado en el artículo 49. g) del Estatuto de los Trabajadores, que menciona que, en situaciones de muerte del empresario, el trabajador tendrá derecho al pago de una cantidad correspondiente a un mes de salario.
Además de recibir esta indemnización, las trabajadoras tienen el derecho a cobrar el finiquito, que debe ser abonado por los herederos del empleador fallecido. Esta cantidad incluye todos los conceptos económicos pendientes, tales como días trabajados no cobrados, horas extra, y vacaciones generadas pero no disfrutadas. Si el salario acordado está distribuido en 14 pagas, el finiquito deberá incluir también la parte proporcional de las pagas extraordinarias generadas hasta el momento.
Consecuencias emocionales y sociales
Aparte de las implicaciones económicas, el fallecimiento del empleador puede suponer un gran impacto emocional para las empleadas del hogar. Muchas de ellas han formado un fuerte vínculo con las personas a su cuidado, lo que añade un nivel de complejidad a la cuestión laboral. Por ello, es vital que estas trabajadoras estén bien informadas sobre sus derechos y las opciones que tienen a su disposición. Tomar decisiones informadas respecto a su situación puede ayudar a mitigar la ansiedad y la incertidumbre que surgen en circunstancias difíciles.
En conclusión, tanto si la persona que fallece es el empleador como si no, las empleadas del hogar necesitan conocer sus derechos. La situación puede ser complicada, pero es fundamental que encuentren el apoyo y la información necesaria para abordar sus inquietudes laborales y sociales. Mantenerse bien informadas no solo empodera a estas trabajadoras, sino que también les permite tomar decisiones cruciales en momentos decisivos.