Las amas de casa que no han cotizado alguna vez en la Seguridad Social pueden encontrarse ante una oportunidad que tal vez desconocen: la posibilidad de acceder a una pensión no contributiva de jubilación. Este tipo de prestación está diseñada para proteger a aquellos ciudadanos que, aunque no hayan acumulado años de cotización, se encuentran en una situación de necesidad.
Definición de la pensión no contributiva de jubilación
La pensión no contributiva de jubilación se establece para garantizar que todas las personas en situación de invalidez y en estado de necesidad cuenten con una prestación económica. Esto incluye también asistencia médico-farmacéutica gratuita y servicios sociales complementarios. Es importante destacar que estas prestaciones se conceden sin que la persona haya cotizado lo suficiente para acceder a una pensión contributiva.
Requisitos para acceder a la pensión de jubilación para las amas de casa
A diferencia de otras modalidades de pensiones, la pensión no contributiva de jubilación no solicita que las personas tengan un número mínimo de años cotizados. Esto hace que resulte accesible para muchas amas de casa que no han trabajado fuera del hogar. Sin embargo, existen ciertos requisitos que deben cumplirse para acceder a esta prestación.
A continuación se detallan los requisitos establecidos por el IMSERSO que deben cumplirse:
- Edad: Tener sesenta y cinco años o más.
- Residencia: Haber residido en territorio español durante un período de diez años. Además, deben haberse vivido dos años consecutivos e inmediatamente anteriores a la solicitud.
- Carecer de ingresos suficientes: Para el año 2024, se considera que hay carencia económica si los ingresos anuales son inferiores a 7.250,60 euros. Si la persona convive con familiares, el requisito se cumple solo si la suma de los ingresos de todos los miembros de la unidad de convivencia es inferior a las cuantías establecidas.
Aumento de la cuantía de las pensiones no contributivas
Las amas de casa que tengan derecho a la pensión no contributiva también se beneficiarán de un aumento significativo en la cuantía de estas prestaciones. Se estima que el incremento será de casi el 14,1%, según afirmaciones realizadas por el Gobierno. No obstante, es necesario esperar a mediados de diciembre para recibir la información oficial del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
Si este aumento se aplica en 2025, la prestación íntegra de cualquier pensión no contributiva, ya sea de jubilación o invalidez, pasaría de 517,90 euros mensuales a 590,92 euros, elevando el importe anual de 7.250,60 euros a 8.272,93 euros. En el caso de la pensión mínima, el monto mensual aumentaría de 129,48 euros a 147,73 euros, mientras que el importe anual pasaría de 1.812,65 euros a 2.068,23 euros.
Aspectos adicionales sobre la pensión de invalidez
Por su parte, la pensión de invalidez tiene una opción adicional para quienes tengan un grado de discapacidad igual o superior al 75%. En este caso, se puede agregar un complemento del 50%, lo que elevaría la pensión de 776,85 euros al mes en 2024 a 886,39 euros en 2025. De igual manera, el importe anual de esta pensión se incrementaría de 10.875,90 euros a 12.409,4 euros.
Más información y recursos
Para las amas de casa que deseen conocer más sobre la pensión no contributiva de jubilación y sus requisitos, es recomendable visitar el sitio web del IMSERSO. Allí se pueden encontrar detalles adicionales sobre los procedimientos de solicitud y orientación sobre los derechos y prestaciones disponibles.
En conclusión, la pensión no contributiva de jubilación representa una importante herramienta de apoyo para aquellas amas de casa que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad económica. Con el conocimiento adecuado sobre los requisitos y el inminente aumento de estas prestaciones, es posible que más personas puedan acceder a este tipo de ayudas y mejorar su calidad de vida en la etapa de jubilación.