El potencial de población afectada es elevado. A día de hoy, alrededor de 2,5 millones de españoles perciben el salario mínimo interprofesional (SMI). Por tanto, si la Agencia Tributaria no eleva el IRPF de la misma manera que se incrementa el SMI, las consecuencias se sentirán en este colectivo, afectando directamente su capacidad de compra.
Un cambio en la estrategia fiscal del Gobierno
El Gobierno podría elevar la fiscalidad a las rentas más bajas. Esto podría suceder si, tal y como se está considerando en el Ministerio de Hacienda, no se incrementa el tipo mínimo del IRPF en la misma medida que se aumenta el salario mínimo interprofesional para el 2025.
Tradicionalmente, el Ministerio de Hacienda, bajo la dirección de María Jesús Montero, aumenta la renta mínima exenta de IRPF de forma coincidente con el incremento anual del SMI. Esta acción tiene como objetivo que los trabajadores vean reflejadas las subidas salariales en sus bolsillos, mejorando así su poder adquisitivo. Sin embargo, la alteración de esta práctica podría resultar en un aumento de la carga fiscal para estas rentas más bajas.
Un escenario incierto para los beneficiarios del SMI
Sin embargo, esta vez la situación podría ser diferente. Según fuentes cercanas al Ministerio, la propuesta actual sería no aplicar esta subida del IRPF, lo que permitiría al Gobierno retener hasta el 42% del aumento salarial. Esta decisión, que aún no es definitiva, ha suscitado preocupaciones sobre el impacto real en los ingresos de los trabajadores con salario mínimo.
Cabe mencionar que ya en 2024 se generó una considerable controversia respecto a esta posible medida, lo que pone de relieve la tensión entre los intereses fiscales del Gobierno y las necesidades económicas de los contribuyentes más vulnerables.
Futuras negociaciones sobre el SMI
El planteamiento de no incrementar el IRPF surge en un momento en que el Ministerio de Trabajo ni siquiera ha comenzado a negociar con sindicatos y patronal la subida del SMI para el próximo año. Esta situación plantea interrogantes sobre la dirección que tomarán estas negociaciones y su posible repercusión en la decisión fiscal del Gobierno.
Los Expertos en Trabajo, convocados por la ministra Yolanda Díaz, proponen un aumento del SMI que oscila entre el 3,4% y el 4,4%, lo cual equivale a una subida de hasta 1.173 euros brutos mensuales. Este posible aumento, si se lleva a cabo, podría tener un efecto significativo en la economía de millones de hogares, aunque la retención del IRPF podría minar gran parte de este beneficio.
Reflexiones finales sobre la política fiscal
En contexto, este dilema fiscal refleja las tensiones que existen entre la necesidad de recaudar ingresos para financiar los servicios públicos y la obligación del Gobierno de proteger el poder adquisitivo de los ciudadanos, especialmente de aquellos en situaciones económicas más precarias. Por tanto, es crucial que el Ejecutivo encuentre un equilibrio que permita asegurar recursos sin perjudicar a los más vulnerables.
En resumen, mientras se define el futuro del IRPF y se lleva a cabo la revisión del SMI, los trabajadores de bajos ingresos se preparan para unas negociaciones que podrían afectar su bienestar económico. Este escenario de incertidumbre subraya la importancia de unas políticas fiscales justas y equitativas que respondan a las necesidades de todos los ciudadanos.