El ministerio de Hacienda, encabezado por María Jesús Montero, ha decidido adoptar una postura cautelosa respecto a la adaptación del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en base a la futura subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para el año 2025. Según han confirmado fuentes ministeriales a LA RAZÓN, «no se tiene claridad sobre cuánto va a aumentar el SMI», lo que hace necesario aguardar para tomar decisiones que impacten en el IRPF.
Contexto de Actualización del IRPF
Es importante entender que cada vez que se incrementa el SMI, la actualización del mínimo exento del IRPF es una reacción casi automática y recurrente. Así lo han afirmado otros expertos, quienes remarkan que «la actualización está casi garantizada», dado que históricamente se ha aprobado de manera regular. En el ejercicio anterior, el ministerio óptimo del IRPF logró elevar el mínimo exento desde los 15.000 euros hasta los 15.876 euros anuales, buscando así que aquellos contribuyentes en esta categoría no tuvieran que soportar la retención en este impuesto.
Desmentido a Información Previas
Recientemente, el Ministerio ha desmentido en parte rumores que circulaban en diversos medios, los cuales aseguraban que Hacienda ya había decidido no adaptar el IRPF a la posible subida del SMI. Esto habría implicado que una parte significativa de la población que se beneficia del SMI tendría que tributar, pero las fuentes ministeriales han confirmado que aún no se ha tomado tal decisión.
Propuestas de Incremento del SMI
La discusión sobre el aumento del SMI está activa, con la comisión asesora de expertos del Ministerio de Trabajo sugiriendo una subida que varía entre el 3,4% y el 4,4%. Esta diferencia se basa en dos métodos de cálculo distintos, lo que se traduciría en un incremento de entre 39 y 50 euros brutos mensuales, elevando el SMI a cifras que oscilarían entre 1.173 euros y 1.184 euros brutos al mes. Como es de esperar, la decisión final sobre este aumento competirá al Gobierno de coalición, que podrá aprobarlo mediante un real decreto, sin requerir consenso adicional del diálogo social ni la convalidación del Congreso.
Perspectivas del Diálogo Social
Dada la disparidad de objetivos entre los miembros del Gobierno, habrá que vigilar de cerca las reuniones de la mesa de diálogo social. La ministra de Trabajo ha manifestado su intención de ser más ambiciosa en términos de aumento. Yolanda Díaz muestra su preferencia por las propuestas de incremento presentadas por los sindicatos, como CC OO y UGT, que exigen una subida que oscila entre el 5% y el 6%. Por otro lado, la postura más cautelosa de la ministra de Economía, Nadia Calviño, se enfoca en garantizar que cualquier subida se ajuste a la evolución de la economía y se mantenga alineada con el 60% del salario medio del país.
Histórico de Aumentos del SMI
Desde 2018, el salario mínimo ha pasado por un notable proceso de incremento, con una variación del 54%. En ese año, el SMI era de 736 euros y ha ascendido a 1.134 euros actuales. A pesar de la resistencia de organizaciones como CEOE y Cepyme para firmar aumentos recientes, existe un registro significativo: en 2020 se aceptó un incremento de 50 euros, pasando de 900 a 950 euros mensuales. Posteriormente, solo se han alcanzado acuerdos con CC OO y UGT para subidas de un 5% en 2024 y un 8% en 2023, quedando sin refrendo las subidas de 2022 y 2021.
Expectativas y Conclusiones
El avance hacia un nuevo SMI y su relación con el IRPF nos lleva a reflexionar sobre cómo estas decisiones impactan en la población más vulnerable. Mientras se espera que la mesa de diálogo social se reúna, el futuro del SMI y su consecuente efecto en los impuestos es un tema candente que afecta a muchos ciudadanos.
Un aumento del 5% o del 6% en el SMI, como proponen los sindicatos, no solo mejoraría el poder adquisitivo de los trabajadores, sino que también podría tener repercusiones positivas en la economía en general, dinamizando el consumo y el crecimiento. Sin embargo, cabe recordar que el enfoque cauteloso del Ministerio de Hacienda es igualmente esencial para asegurar un equilibrio fiscal y económico sostenible.
En resumen, las decisiones sobre el SMI y el IRPF se formarán en un panorama de negociación y análisis cuidadoso. Será vital que se tomen en cuenta todas las perspectivas para lograr un resultado que beneficie a la mayoría de los trabajadores en el país.