En España, la gestión del Impuesto de Sucesiones y Donaciones ha estado en el centro del debate fiscal, especialmente por el impacto que tiene sobre la equidad y la justicia social en la distribución de la riqueza. Recientemente, los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) han señalado que alrededor de la mitad de los herederos en el país no estarían obligados a tributar, incluso si se eliminaran las bonificaciones actuales. Estas bonificaciones tienden a favorecer a una porción reducida de la población, específicamente al 10% de los hogares más ricos, aumentando así las desigualdades en el ámbito fiscal.
La concentración de riqueza en España
Según datos del Banco de España, la riqueza financiera neta de los hogares españoles había alcanzado la asombrosa cifra de 2,3 billones de euros a finales del tercer trimestre de 2024, lo que representa un incremento del 11,7% respecto al año anterior. Sin embargo, este crecimiento de la riqueza está desproporcionadamente concentrado en el 10% de los hogares con mayores ingresos. Este fenómeno enfatiza la necesidad urgente de revisar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, para que cumpla su función redistributiva básica, tal como indican los expertos de Gestha.
Bonificaciones que distorsionan el sistema
Actualmente, muchas comunidades autónomas españolas aplican bonificaciones de hasta el 99% en el Impuesto de Sucesiones, efectivamente eximiendo a las herencias millonarias de cualquier carga fiscal. Gestha critica estas prácticas, afirmando que “dejan a la mitad de los herederos fuera de cualquier obligación fiscal”. Esta situación ha suscitado un debate necesario sobre la equidad del sistema tributario español, donde un número reducido de personas se ve eximido de contribuir a las arcas públicas.
Propuesta de armonización del impuesto
Para combatir estas desigualdades, Gestha ha propuesto establecer un modelo uniforme para el Impuesto de Sucesiones y Donaciones que limite las bonificaciones. La idea es que todos los ciudadanos, sin importar su lugar de residencia, enfrenten las mismas obligaciones fiscales. Según los Técnicos de Hacienda, “la armonización del impuesto entre comunidades autónomas podría contribuir a reducir la desigualdad y mejorar la igualdad de oportunidades, al tiempo que se refuerzan las finanzas públicas autonómicas”.
La competencia fiscal entre comunidades
La falta de armonización también ha generado competencia fiscal entre comunidades autónomas, donde algunas utilizan bonificaciones para atraer a contribuyentes adinerados. Esta estrategia, a largo plazo, no solo reduce la recaudación global, sino que también perpetúa la desigualdad tributaria. Gestha apunta que es “imprescindible alcanzar un acuerdo para actualizar el modelo de financiación autonómica” después de una década sin avances significativos en este sentido. Implementar medidas que eviten esta competencia desleal es esencial para asegurar un sistema más justo y equitativo.
Respaldo de instituciones internacionales
Este llamado a la revisión del Impuesto de Sucesiones y Donaciones no es un consenso exclusivo en la esfera nacional. Organismos internacionales, como la OCDE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), también han abogado por la implementación de un sistema tributario más progresivo para abordar las crecientes desigualdades. El FMI, en un informe de abril de 2021, recomendó específicamente el aumento de los impuestos sobre herencias como una medida efectiva para combatir esta problemática, especialmente después del impacto devastador de la pandemia.
Historia de las reformas propuestas
No es la primera vez que se lanza la idea de reformar este tributo. En 2013, la Comisión Lagares sugirió establecer una tributación mínima uniforme en todo el territorio español, con el fin de garantizar igualdad de oportunidades y evitar la desaparición del impuesto. En 2022, el Libro Blanco sobre la Reforma Tributaria también continuó esta línea de pensamiento, recomendando la preservación del gravamen como una forma adecuada de reflejar las ganancias patrimoniales que obtienen los herederos a través del IRPF, sugiriendo que el aumento de riqueza en los herederos debería traducirse en una mayor carga fiscal.
Ante todo este panorama, parece claro que la revisión del Impuesto de Sucesiones y Donaciones es un tema que no solo está en la agenda de los técnicos de Hacienda, sino también de expertos económicos y organismos internacionales. La sociedad en su conjunto tiene mucho que ganar si se logra establecer un sistema fiscal más equilibrado y justo, que no perpetúe las desigualdades existentes, sino que, por el contrario, fomente la equidad y se convierta en un motor de inclusión social y financiera.