Rami es médico de familia en Francia desde hace 11 años. Tiene una pequeña consulta en un pueblo de Gers, cerca de la ciudad francesa de Auch. “Hace seis años me instalé como médico privado en un pequeño pueblo. Como nací en la región, conocía bien al alcalde del pueblo. Y cuando me ofreció pagar el alquiler de mi consulta, 550 euros, no lo dudé”, cuenta el profesional de la salud al medio francés Le Figaro.
El inicio del camino hacia la independencia
Antes de establecer su propio negocio, Rami trabajaba como asalariado en una consulta con otros cuatro compañeros: dos de ellos eran médicos de cabecera y los otros dos, especialistas. No obstante, el trabajo en equipo no le convencía y decidió dar el salto para montar su propia consulta. Esta decisión marcó un cambio significativo en su vida laboral y personal.
La nueva rutina laboral
“Ahora trabajo todos los días, de 9 de la mañana a 6 o 7 de la tarde. Los martes y jueves, mis pacientes pueden verme sin cita previa”, explica el doctor en una entrevista. Este horario permite a Rami gestionar mejor su tiempo y atender a sus pacientes de forma más personalizada.
Mejor calidad de vida
Desde que montó su propio negocio, Rami ha notado una mejora en su calidad de vida. “Tengo las tardes y los fines de semana libres, y puedo disfrutar de mi familia y mis amigos. Antes no era así: a menudo terminaba mi jornada laboral después de las 8 de la tarde…”, relata. Este cambio ha permitido al médico equilibrar mejor su vida personal y profesional.
Un cambio en los ingresos
Sin embargo, las dificultades también forman parte de esta nueva etapa. En cuanto al sueldo, Rami señala que ahora, como propietario de su consulta, sus ingresos son menores: “Trabajo entre 40 y 45 horas a la semana y gano unos 7.300 euros al mes, después de impuestos”, apunta, lo cual representa aproximadamente 1.000 euros menos que cuando era empleado en una gran consulta médica. Aunque la reducción en el salario puede ser una preocupación, la satisfacción personal parece compensar esta merma.
Pacientes y enfermedades
Una de las consecuencias de trabajar por su cuenta es la tipología de pacientes que Rami atiende. “El 80 % de mis pacientes son jubilados. Así que las enfermedades que trato se suelen repetir”, resume el profesional. Esto contrasta con su experiencia anterior, donde la variedad de pacientes le brindaba una experiencia laboral más rica y diversa.
Cómo optimizar su consulta
A pesar de su situación actual, Rami cree que su remuneración podría aumentar considerablemente. “Hoy en día veo entre 15 y 18 pacientes al día. Mi consulta cuesta 26,50 euros. Podría ver a más pacientes, pero no es así como veo mi trabajo. Me gusta tomarme mi tiempo con mis pacientes. Es algo que considero importante, sobre todo cuando se trata de ancianos. No quiero meterles prisa”, afirma. Su enfoque en la atención al paciente refleja su compromiso con la calidad del servicio, aunque eso también significa que su potencial de ingresos es limitado.
Gastos y administración de la consulta
El costo de mantener su consulta es una preocupación que Rami maneja con detalle. Como no paga alquiler directamente, su enfoque se centra en los gastos de agua, electricidad, impuestos y otros costos operativos. “Hace poco opté por un servicio de secretariado a distancia que se encarga de reservar mis citas. Me cuesta unos 500 euros al mes, pero me evita tener que interrumpir mis consultas con llamadas telefónicas”, confiesa Rami, compartiendo así su estrategia para optimizar su tiempo y esfuerzo.
Facturación de médicos en Francia
En Francia, la situación económica de los médicos de cabecera varía. Según un estudio de la Dirección de Investigación, Estudios, Evaluación y Estadísticas (DREES) de 2017, los médicos de cabecera generan una media de 92.000 euros de facturación al año. Esta cifra, sin embargo, es muy dependiente de la cantidad de pacientes atendidos diariamente así como del tamaño y la localización de la consulta. Así, se observa que muchos médicos, como Rami, enfrentan desafíos que van más allá de la simple facturación.
La decisión de ser un médico privado trae consigo tanto ventajas como desventajas, y Rami ilustra perfectamente estas realidades. Su historia es un testimonio de cómo la elección profesional puede influir significativamente en la calidad de vida, el balance entre trabajo y vida personal, y el impacto en la atención al paciente. A medida que el sistema de salud evoluciona, será fundamental encontrar formas de mejorar tanto la satisfacción del médico como la atención a los pacientes.