El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, ha dado cuenta este viernes de estos datos en la rueda de prensa sobre el balance provisional de accidentalidad vial del año 2024. Estas cifras revelan un panorama algo preocupante sobre la seguridad en las carreteras, donde se han contabilizado 1.154 fallecidos en accidentes de tráfico en vías interurbanas, lo que representa un incremento de 14 vidas más que el año anterior (un 1%). A la par, se han realizado casi 463 millones de desplazamientos por carretera, un 3,15% más, marcando el dato más alto de la serie histórica.
Un año irregular en la siniestralidad
El comportamiento de la siniestralidad vial ha sido irregular durante el pasado año. En el primer trimestre, las víctimas mortales aumentaron un 16%, un dato alarmante que llevó a implementar un plan de choque enfocado en estabilizar las cifras. Este esfuerzo se tradujo en una estabilización durante el segundo y tercer trimestre, logrando un equilibrio en comparación con el año anterior. Curiosamente, en los últimos tres meses de 2024 se han registrado un 7% menos de víctimas que en el mismo periodo de 2023.
Se ha observado un aumento en los siniestros que provocan múltiples fallecidos, donde se registran dos o más víctimas. Este tipo de siniestros representa un 9% del total, con 91 casos que han causado 205 víctimas mortales, un incremento del 15% respecto al año anterior.
El alarmante incremento de fallecidos en furgoneta
Los turismos aún concentran el mayor número de víctimas mortales, que asciende al 48% del total, con cifras similares a las de 2023. Sin embargo, las furgonetas han experimentado un incremento notable, registrando la cifra más alta de la serie histórica con 79 fallecidos, un impactante aumento del 98% comparado con el año anterior. Este aumento ha motivado el encargo de un estudio profundo sobre estos accidentes y el compromiso de aumentar la vigilancia de este tipo de vehículos.
La tragedia de los peatones y usuarios vulnerables
Por otro lado, ha disminuido en un 3% la mortalidad entre los usuarios vulnerables, con una reducción significativa en los peatones fallecidos que alcanzan un -15% en comparación con 2023. Esta mejora ha beneficiado a 18 personas menos que no regresaron a casa. Entre los fallecidos se incluyen cinco gruistas y dos operarios de mantenimiento atropellados durante su trabajo.
Sin embargo, los motociclistas siguen siendo los más afectados, sumando un total de 300 víctimas mortales. Este dato es relevante, sobre todo si se considera que las matriculaciones de motos han aumentado un 7%. Además, los accidentes en autopistas y autovías que involucran motocicletas han aumentado un preocupante 13%.
La influencia de la velocidad y las imprudencias en la siniestralidad
En cuanto a la relación entre imprudencias al volante y el riesgo en las carreteras, el consumo de alcohol se ha relacionado con el 26% de los siniestros mortales. Se han realizado más de 6 millones de controles de alcohol y 100.000 de drogas, manteniendo este número en el año en curso. Ascendiendo a 184 las personas que fallecieron sin llevar el cinturón o el casco, este es el tercer dato más alto registrado en la última década.
La salida de vía sigue siendo la causa principal de siniestralidad mortal, representando el 42% de los casos, con 479 fallecidos, seguida de las colisiones frontales. En este contexto, las vías convencionales han sido responsables del 72% de las víctimas mortales. Es notable cómo las muertes en autopistas y autovías han aumentado un 7%, lo que ha llevado a la DGT a planificar la instalación de 122 nuevos radares en lugares estratégicos para contrarrestar esta tendencia.
Distinciones geográficas en la siniestralidad
Al analizar la distribución de víctimas por comunidades autónomas, Andalucía y Cataluña destacan con las cifras más altas, contabilizando un 20% y un 12% del total, respectivamente. Por otro lado, La Rioja y Cantabria son las regiones donde menos víctimas mortales se han contabilizado. Los incrementos más significativos en fallecidos se sitúan en Andalucía, con 35 muertes adicionales, y la Comunidad Valenciana, que suma 22 más. Por el contrario, Extremadura y Cataluña han reportado las mayores reducciones.
Un futuro incierto en la seguridad vial
La noticia de que en 2024 se registraron 28 días sin ninguna víctima mortal en accidentes de tráfico es un rayito de esperanza en medio de una realidad preocupante. Sin embargo, cuando revisamos los datos recientes, queda claro que aún hay mucho trabajo por hacer. A medida que los desplazamientos por carretera siguen en aumento, ¿podremos encontrar la manera de equilibrar la movilidad con la seguridad? Es un dilema que merece nuestra atención y acción. La sociedad debe unirse para reflexionar y actuar, porque cada vida cuenta en nuestras carreteras. ¿Qué medidas podemos tomar para asegurar que el precio de la movilidad no sea la vida misma?