El presidente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi, ha lanzado un contundente aviso a la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, acerca de la problemática en relación con la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas. Garamendi ha expresado su desconcierto por la forma en que el Gobierno está abordando estas cuestiones, separándolas “por tramos o fascículos” en lugar de tratar el tema de manera integral.
La necesidad de un enfoque conjunto
“Parece que por un lado va la jornada laboral y que por otro lado, va el salario mínimo. Por un lado, las cotizaciones sociales, cuando es un todo. Nosotros queremos hablar del todo”, subrayó Antonio Garamendi en una entrevista a TVE. El líder empresarial sostiene que la discusión sobre el salario mínimo está íntimamente ligada a la reducción del tiempo de trabajo. De acuerdo con él, si no se abordara la cuestión del horario laboral, no se estaría hablando del SMI.
En este sentido, Garamendi ha manifestado que la falta de comunicación entre su sector y el Ministerio de Trabajo afecta a otros ámbitos, como los pequeños comercios y bares, quienes enfrentan un panorama económico complicado. Además, mencionó que no se está considerando la indexación del SMI a los contratos públicos, una práctica que, según él, podría afectar negativamente a las empresas que suelen trabajar con la administración.
El contexto de la negociación salarial
En cuanto a la negociación salarial, Garamendi recordó la existencia del Acuerdo para el empleo y la Negociación Colectiva (AENC), que establece bandas salariales para el periodo 2023-2025. “Estaríamos siempre en las bandas que hemos firmado con los sindicatos”, precisó. Este acuerdo plantea una recomendación de un aumento del 3% para este año, cifra que se aleja de las expectativas de los sindicatos que piden un incremento mayor.
Otro punto de desacuerdo entre Garamendi y el Ministerio de Trabajo es precisamente la fragmentación de temas laborales. Para él, es fundamental que la subida del SMI y la disminución de la jornada se traten conjuntamente. “No hay cómo tener un asalariado para saber lo que eso significa, es lo que estamos reclamando y demandando: son decisiones políticas que se alejan mucho de la realidad”, enfatizó el presidente de la CEOE.
Preocupaciones de los pequeños empresarios
Durante la entrevista, Garamendi fue cuestionado sobre si considera digno un SMI de 1.134 euros mensuales. Su respuesta, retórica, invitó a reflexionar: “¿Crees que alguien que tiene un pequeño establecimiento en un pueblo tiene capacidad de pagar 2.000 euros al mes en un bar donde entran cuatro?”. Con esta pregunta, el líder empresarial resaltó la necesidad de entender la realidad económica de los pequeños negocios.
“Es crucial pensar en cuánto pueden pagar los autónomos y los pequeños empresarios porque muchas veces no ganan ni eso”, subrayó. A su juicio, para abordar la situación de los salarios, se requiere un planteamiento más serio sobre la economía actual, que contemple inversiones en productividad como parte de la solución.
El diálogo y la moderación como clave
A pesar de la tensión en las negociaciones laborales, Garamendi opina que Carlos Cuerpo, un alto cargo del Ministerio de Economía, tiene una postura constructiva. “La postura que mantiene Carlos Cuerpo es de diálogo, moderación y un intento permanente para llegar a acuerdos”, señaló. Esta actitud se considera vital en un clima donde las posturas suelen ser extremas y radicalizadas.
Según Garamendi, las reuniones del diálogo social han parecido más un “monólogo” en lo que respecta a la reducción de la jornada laboral, dado que la discusión parecía ya estar predeterminada, dejando poco margen para la negociación. “La ministra está llamando diálogo social a lo que no es, porque debe ser tripartito, no bipartito”, argumentó.
Sin embargo, también se mostró abierto a discutir sobre reducciones horarias, siempre en el contexto de la negociación colectiva. “No tenemos problema en hablar de reducciones horarias”, indicó, enfatizando que es un tema que necesita ser abordado de manera colaborativa.
Reflexiones finales sobre el futuro laboral
Las inquietudes que expresa Garamendi no son meramente respuestas a la presión actual en la negociación. Su posición pone de manifiesto la complejidad del entramado laboral en España, donde el bienestar de los trabajadores debe ser equilibrado con la viabilidad de las pequeñas empresas. El futuro del SMI y la jornada laboral no solo repercutirá en la economía nacional, sino también en la calidad de vida de millones de empleados.
Por tanto, es esencial que tanto el Gobierno como las diferentes patronales y sindicatos trabajen en conjunto para abordar estas cuestiones de forma integral y efectiva. La economía y el bienestar social están interrelacionados, y abordarlos aislados podría resultar en decisiones que no reflejen la realidad del mercado laboral.