El Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha ha tomado una decisión significativa al reconocer la pensión por incapacidad permanente absoluta a un trabajador de Amazon. Esta sentencia surge tras la insistente lucha del empleado por demostrar que sus condiciones de salud, derivadas de múltiples intervenciones quirúrgicas en la columna, le impedían no solo realizar su trabajo, sino cualquier actividad laboral.
El camino hacia el reconocimiento de la incapacidad
En 2022, este hombre, que se desempeñaba como mozo de almacén en Amazon, solicitó a la Seguridad Social el reconocimiento de su incapacidad permanente debido a las secuelas sufridas por varias operaciones en su columna vertebral. En el informe médico presentado, se incluían diagnósticos reveladores, como espondilolistesis grado II, artrodesis lumbar, dolor crónico persistente y severas limitaciones de movilidad. Estos factores influían en su capacidad para realizar esfuerzos físicos y mantener posturas prolongadas.
A pesar de este informe exhaustivo, el Tribunal Médico o Equipo de Valoración de Incapacidades (EVI) concluyó que las patologías del trabajador no justificaban el otorgamiento de una incapacidad permanente absoluta, concediéndole solamente la incapacidad total para su profesión habitual. En este contexto, se observó que, aunque el empleado presentaba limitaciones evidentes, podía caminar con dificultades y no exhibía restricciones absolutas para realizar algún tipo de actividad laboral.
Diferencias en los grados de incapacidad
La diferencia entre los grados de incapacidad es crucial y, sobre todo, económica. Si se reconoce una incapacidad permanente total, el trabajador solo recibiría el 55% de su base reguladora para pensiones. Sin embargo, el otorgamiento de una incapacidad permanente absoluta le permite acceder al 100%, lo que asciende a una pensión vitalicia de 1.683,74 euros mensuales. Además, este reconocimiento incluirá los atrasos correspondientes desde que se solicitó por primera vez la pensión.
El trabajador, consciente de esta significativa diferencia económica, intentó apelar la decisión inicial de la Seguridad Social para obtener una valoración favorable. Sin embargo, su reclamación fue denegada, con los mismos argumentos utilizados previamente, lo cual lo llevó a instar a la justicia para obtener el reconocimiento de su incapacidad en grado absoluto.
La decisión del Tribunal Superior de Justicia
Después de que el Juzgado de lo Social nº 1 de Toledo desestimara la solicitud del trabajador, este decidió presentar un recurso de suplicación ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha. En esta ocasión, el tribunal sí le dio la razón, reconociendo la incapacidad permanente absoluta para cualquier profesión. Este fallo no solo representa un triunfo para el trabajador, sino que también establece un precedente sobre la importancia de la valoración precisa de las condiciones de salud en el ámbito laboral.
Reconocimiento de las limitaciones laborales
El Tribunal Superior de Justicia destacó que las patologías sufridas por el trabajador, como el dolor crónico persistente y la movilidad reducida, verdaderamente le impedían llevar a cabo cualquier tipo de trabajo, no solamente el de mozo de almacén. Se hizo hincapié en que el estado de salud del empleado era preocupante, requiriendo incluso medicación constante para poder sobrellevar sus dolencias.
El tribunal también consideró relevante la evaluación inicial realizada por el EVI, que evidenció un claro deterioro en la salud del trabajador. Se constató que su capacidad para mantenerse en posturas prolongadas o realizar esfuerzos mínimos estaba severamente comprometida, lo que constituía un obstáculo difícil de superar para mantener una vida laboral mínima. Así, se llegó a la conclusión de que el demandante cumplía todos los requisitos necesarios para ser considerado beneficiario de una incapacidad permanente absoluta.
La importancia del fallo en la protección social
Este caso destaca no solo la relevancia de las resoluciones judiciales en el ámbito de la seguridad social, sino también la necesidad de una evaluación justa y precisa en los procesos de valoración de incapacidades. A menudo, estas situaciones reflejan la vulnerabilidad económica de los trabajadores en situaciones de salud comprometida. La justicia, en este caso, ha mostrado su eficacia al otorgar un reconocimiento que va más allá de una simple formalidad, asegurando así el bienestar del trabajador afectado.
Hoy, este exempleado de Amazon enfrentará su futuro con mayor seguridad financiera, al obtener una pensión vitalicia que le proporcionará la estabilidad económica que necesita en el contexto actual de su salud. Este fallo no solo representa un alivio personal, sino también una reflexión sobre los derechos de los trabajadores en situaciones similares, subrayando la importancia de que la legislación y el sistema de seguridad social se ajusten a las realidades que enfrentan en su vida cotidiana.